CONSEJOS PARA LIMPIAR TU PIEL
El mejor consejo de belleza que podemos darte
El mejor consejo de belleza que podemos darte es que nunca te acuestes sin desmaquillar tu piel. La limpieza facial es el paso imprescindible en todo ritual de belleza, cada día por la mañana y por la noche.
Si un pintor trabajase sobre un lienzo sucio ¿Cómo crees que sería el resultado?
Para que tu piel absorba todos los principios activos de tu tratamiento o tu maquillaje quede impecable, es imprescindible que esté limpia y desmaquillada.
Y uno de los principales errores que cometemos es pensar que si no nos hemos maquillado, no necesitamos limpiar nuestra piel.
¿Por qué es fundamental limpiarnos la piel?
La piel es el órgano más extenso que tenemos y está 24 horas al día en contacto con el aire, la contaminación, las impurezas, el sudor… por eso limpiarla es fundamental para que respire y se oxigene, para que recupere su brillo natural.
Cada piel es diferente de modo que debes elegir el producto que vas a usar en función a tu tipo de piel, grasa, sensible, deshidratada, mixta, etc.
3 trucos infalibles en la limpieza facial
Empieza por ojos y labios
Si maquillas tus ojos y labios, este maquillaje suele ser el más intenso. Por eso te recomendamos utilizar un desmaquillador bifásico que retirará de manera eficaz hasta el maquillaje más resistente.
Agita el bote para mezclar ambas fases y aplícalo sobre un disco de algodón o una toallita reutilizable. Recuerda que no debes frotar, aplica tu toallita impregnada con el desmaquillador bifásico y retira el maquillaje suavemente.
Gracias a su formulación natural con aceite de ricino, notarás no solo que desmaquillas sino que hidratas y fortaleces tus pestañas.
Doble limpieza
El primer paso de la doble limpieza debes realizarlo con un agua micelar suave. Pink Mango elimina suavemente el maquillaje y las impurezas gracias a sus micelas naturales que limpian los poros en profundidad, regulan la secreción sebácea y dejan la piel calmada, hidratada, fresca y saludable.
Tras el agua micelar llega el momento del gel limpiador. Aplícalo sobre la piel húmeda realizando un suave masaje en todo el rostro con movimientos ascendentes y hacia afuera formando una espuma ligera que luego deberás aclarar con agua abundante.
Y usa siempre agua fresquita, que ayuda a activar la circulación sanguínea.
No olvides el tónico
El tónico es uno de los grandes olvidados en el cuidado de la piel, pero te recomendamos que no prescindas nunca de este paso.
No sólo refresca e hidrata la piel preparándola para el tratamiento posterior, sino que ayuda a restablecer su pH, aumenta el riego sanguíneo, gracias a su efecto tonificador y ayuda a cerrar los poros, revitalizando la piel y rejuveneciendo los tejidos. Además, gracias a su textura y aroma, beneficia tanto a la piel como a los sentidos. ¿De verdad te lo quieres perder?
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