¡Socorro, me he quemado la piel!

Quemaduras en la piel. Consejos para evitarlas y que hacer si te has quemado

¡Socorro, me he quemado la piel!

Has estado disfrutando de unos días de sol en la playa o la piscina, recargando las pilas. Y como resultado, esperabas conseguir un bonito bronceado. No obstante, abusar del sol sin tomar las precauciones necesarias, entre ellas, usar protección solar, trae otras consecuencias. Sí, estás pensando lo mismo que nosotras: te has quemado la piel por completo.

Dejando a un lado el hecho de que las quemaduras en la piel son muy incómodas, debemos tener cuidado, porque la excesiva exposición al sol es una de las principales causas del envejecimiento de la piel. Por este motivo, usar un protector solar adecuado y de amplio espectro ayudará a mantener sana tu piel. 

Vale, te apuntas el consejo, pero, ¿Qué hacemos si ya no hay vuelta atrás y ya te has quemado? Tranquila, que aquí van algunos consejos que pueden ayudarte a cuidar y suavizar tu piel.

¿Cómo sé si mi piel se ha quemado?

quemaduras en la piel

A pesar de las continuas advertencias, las quemaduras solares están a la orden del día. Debemos ser conscientes de las consecuencias que puede traer tomar el sol en exceso sin protegerla. Y aunque a veces, es algo evidente, debes saber que tu piel pasa por 3 fases cuando se quema:

  1. Enrojecimiento de la piel. Lo primero que notarás será el cambio de color en la zona, el primer y más evidente síntoma de alarma y ante el que tienes que reaccionar de inmediato.
  2. Inflamación de la zona que se ha quemado. Al inflamarse la piel, el organismo se está preparando para reparar la lesión que ha sufrido.
  3. Sensación de tirantez. Al quemarse, la piel pierde mucha hidratación, y como consecuencia, notarás cómo cada vez está más tirante.

Por lo tanto, si notas estos síntomas, lo primero que debes hacer es dejar de tomar el sol y aplicarte crema protectora en la zona antes de que vaya a más.

Mi piel se ha quemado, ¿Qué hago?

Si la quemadura ha sido grave porque tienes la piel muy sensible o la exposición al sol ha sido muy intensa, pueden aparecer ampollas. En este caso, acude siempre a tu médico de confianza, ya que son situaciones más delicadas y has de atender la zona con especial cuidado.

Si notas la piel inflamada y enrojecida, también la notarás más caliente de lo habitual. Por lo tanto, debes bajar la temperatura de la piel inmediatamente. Puedes hacerlo aplicando frío directamente sobre la piel inflamada o con una ducha de agua fría. Además, es conveniente que evites volver a bañarte en el mar, porque el agua salada puede irritar más la zona.

Además del frío, es imprescindible que utilices productos que te ayuden a calmar la zona. Si vas a optar por una ducha fría, utiliza el gel-champú suave con argán, caléndula y manzanilla para limpiar de forma muy suave, sin agredir tu piel, y empezar a aportarle hidratación. Una vez fuera de la ducha, llega el momento de hidratarla a tope. Sabemos que a veces cuesta, pero es muy importante que seas constante. Tu piel ha perdido mucha hidratación, y necesita unos mimos extra. Puedes optar por el  aceite corporal de almendra dulces y caléndula, ideal para las pieles más finas, sensibles y delicadas, ya que actúa como calmante, antiinflamatorio, hidratante y regenerador celular. Con él, ayudarás a que la zona se calme y poco a poco disminuya la inflamación y el enrojecimiento.

Además del aceite, también puedes aplicar el bálsamo reparador en las zonas más afectadas. Contiene Aloe Vera, extractos botánicos de caléndula, manzanilla y malva, infusionados en Agua Termal, y óxido de zinc, el antiinflamatorio natural por excelencia, que regenera las células de la piel y aporta hidratación. Recuerda: ¡No olvides aplicar el bálsamo en la zona varias veces al día! Sobre todo antes de dormir, para que tu piel se regenere y mejore también mientras descansas.

Balsamo Reparador Con Oxido De Zinc Calendula Aloe Vera

¿Qué efectos tienen las quemaduras en la piel?

Cuando expones la piel al sol y se quema, las células de la capa más superficial de la piel se mueren, produciendo sequedad. Estas células muertas actúan como escudo protector mientras tu piel se regenera.

Y una vez que la piel se ha regenerado, llega la escamación, es decir, cuando empiezas a notar cómo «te pelas».

No obstante, ese es su efecto inmediato, aunque en el interior es donde comienza el envejecimiento cutáneo. Como consecuencia a largo y medio plazo, pueden aparecer manchas en la zona e incluso arrugas. Sí, amiga, que aunque no lo creas, tu piel tiene memoria, ni olvida ni perdona.

Consejos para prevenir quemaduras en la piel

Recuerda siempre:

  • Evitar exponerte al sol en las horas centrales del día, es decir, de 11:00 a 16:00 horas aproximadamente.
  • Aplica tu protector solar siempre antes de exponerte al sol y vuelve a aplicarlo, al menos, cada 2 horas. Recuerda también usarlo siempre tras cada baño.
  • En la piel de los niños la quemadura puede aparecer hasta 6 horas después de estar expuestos al sol e ir aumentando hasta las 12 horas. No descuides la protección en la piel de los más pequeños, aunque durante su exposición no aparezcan síntomas visibles de quemado.

Ahora, repite con nosotras: “Nunca volveré a olvidarme del protector solar”. Queremos una piel suave y luminosa, ¡y la mejor forma de conseguirlo es cuidándola de forma natural! ¿Cómo cuidas tu piel del sol? Comparte con nosotros tus experiencias, sugerencias o dudas en nuestro blog o, si lo prefieres, a través de Instagram o Facebook. ¡Estamos deseando escuchar tus impresiones e ideas!

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