Una piel cuidada empieza por una buena rutina facial. Es importante quitar toda la suciedad almacenada en la piel, purificarla, equilibrarla, cerrar los poros y tratar impurezas o exceso de sebo.

La limpieza es el PASO 1 en mi rutina facial diaria y, posiblemente, el más importante y necesario. Por eso, siempre recomiendo hacerlo bien y con un producto adecuado si queremos eliminar correctamente toda la suciedad acumulada, potenciar y aprovechar al máximo los tratamientos posteriores.
Durante muchos años, he sido una incondicional de las pastillas de jabón para la limpieza facial pero, a día de hoy (con unos cuantos añitos más), reconozco que mi piel es más feliz con un gel jabonoso suave que la limpia aportándole muchas más propiedades y activos que necesita.

Un gel limpiador facial debe ser suave y natural, y no solo para las pieles más secas sino también para las normales, mixtas, grasas o con problemas. Y, por supuesto… para las sensibles, atópicas o reactivas.

Está claro que cada piel es un mundo y, por eso, tiene que haber un gel diferente para que se adapte a cada necesidad. Y otra cosa muy importante y que considero un «must»… es que sea 100% natural y con ingredientes naturales y de alta calidad pues es fundamental limpiar sin resecar y, al tiempo, tratar la piel y sus problemas. 

Estos GELES LIMPIADORES FACIALES están enriquecidos con principios activos, hidrolatos y aceites esenciales cuyo objetivo es tratar la piel y mejorarla poquito a poco.  Son todo un cocktail cargado de propiedades y destinado a dejar la piel limpia sin agredirla, a calmarla o purificarla, a cerrar los poros o tratar impurezas y exceso de sebo, a equilibrar…